Cicatrices, lunares y miradas solitarias; las marcas en la piel retratadas por Laura Makabresku

10/11/2012 - 12:00 am

Las marcas en la piel han sido objeto de fascinación para el ser humano desde los comienzos de la civilización. Ya sea de manera natural o por acción externa, las huellas en el cuerpo han sido objeto de distinción o para marcar distancia entre las personas.

La fotógrafa polaca Laura Makabresku dedica gran parte de su obra a estas marcas y les otorga un espacio determinado por el encuadre de su cámara.

Lunares, cicatrices, abrasiones y tatuajes quedan como constancia de los accidentes y las modificaciones voluntarias que sufre el exterior de los seres humanos a lo largo de su vida. Enfocados de cerca por la artista, estos comunican una sensación de intimidad como si el espectador fuera invitado a observar algo que de cualquier otra forma (en la calle) por ejemplo) sería incapaz de ver.

En pocas ocasiones una mirada se asoma, pero el misterio permanece en la imagen. ¿Acaso se le puede exigir mayor argumento a una mirada que lo que los propios ojos ya comunican?

Al parecer Laura lo sabe y actúa meramente como un testigo que solamente da fe de un acontecimiento del que ella toma registro.

De este modo, la pausa y la cercanía que la fotografía sugiere crea un vínculo entre el público y las zonas de piel desnuda que Makabresku retrata. No obstante, hay una historia que se le escapa al observador, y está marcada por el casi anonimato de sus modelos. El silencio, a pesar de la cercanía es infranqueable; sólo queda la especulación a merced de la imaginación de quien mira.

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